V reunión de cofradías en la Cueva de Sastral

12.09.2015 08:07

Tras las cuatro citas anteriores, en los años desde el 2011 al 2014, y tras haber visitado en estas reuniones los “cuatro puntos cardinales” en la vida de San Úrbez, volvemos al lugar donde empezamos estas jornadas de confraternización.

De nuevo hemos vuelto a parar al primero de los valles donde nuestro santo pastor se asentó definitivamente por nuestra tierra.

Abajo, crestas de Sastral o Sastrales, en cuyo seno se alberga la cueva del santo Úrbez.

Fue en el valle de Añisclo, donde sirvió en dos lugares pertenecientes al Quiñón: Sercué y Vio.

Aquí pasó sus tiempos mozos, pastoreando como medio de subsistencia, pero ya entregado a una fe que le hacía buscar la soledad que su propio oficio ya le facilitaba en el acercamiento a Dios. Muchas jornadas pasaría por estos valles y montes, refugiado durante las tormentas quizás en la cueva donde ahora nos juntamos para recordar su memoria y todo lo que cada cofradía o grupo hace en honor al santo.

La cueva de Sastral acoge en su seno una primitiva ermita, de origen posiblemente románico, que luego se amplió con una nave-cueva, que es donde hoy, domingo 5 de septiembre, hemos celebrado la reunión.

Nos hemos juntado personas de los lugares del propio Quiñón de Buerba: Nerín, Buerba, Gallisué…que son quienes organizan y rigen las romerías que en esta ermita que hoy visitamos se hacen, también de Albella y su cofradía, de Ceresola y de Nocito y su cofradía.

En total 9 personas del valle, 4 de Albella, 3 de Ceresola, 6 de Nocito, y el sacristán, de Boltaña, que ha acompañado a Sonia Orús, de Albella, en la celebración de la palabra.

Según íbamos llegando, las personas que nos han acompañado por primera vez, y sobre todo quienes no conocían este entorno, han podido conocer y ver las maravillas de los alrededores, sobre todo aquellas relacionadas con nuestro querido santo, como son el puente de San Urbez, la ermita con la tradición de la losa donde el santo dormía, el espectáculo de la naturaleza que nos rodea…

A las 18:00 estábamos ya reunidos en la cueva las 23 personas que hemos podido acudir y tras explicar brevemente lo que íbamos a hacer hemos celebrado la palabra de Dios, para dar paso a la veneración de la reliquia que en el valle de Vio tienen y seguidamente comenzar con la reunión.

Como siempre, empezamos en orden, por zonas y valles, a exponer lo que cada cofradía, o Quiñón en el caso de Valle Vio, o casa Juan Domingo en Ceresola, hace durante el año en lo referente a la tradición y devoción urbeciana.

En primer lugar hablan la gente de esta zona de Añisclo. Ellos realizan cuatro romerías al año, una, la más numerosa con diferencia el día 1 de Mayo. Otra para el martes de  Pascua de Pentecostés, otra el 14 de Septiembre, y finalmente el día 15 de diciembre, caiga como caiga, como día del santo.

En Valle Bio no están constituidos como cofradía propiamente dicha, pero es la junta del Quiñón quines se ocupa, entre otras cosas, de organizar y preparar dichas romerías, así como de mantener y preocuparse por la ermita. En dicha junta están representados los cinco pueblos del Quiñón a través de sus vecinos.

Abajo, devoción en Sastral. La fe de la gente sencilla es de la que más gústa Úrbez.

El día de la romería (cualquiera de las cuatro antes mencionadas), se juntan para hacer misa, aunque cada año cuesta más encontrar cura, porque no hay en la zona, se adora la reliquia mientras se cantan los gozos y se hace comida entre todos. Se lleva cada uno algo y luego se pone en común.

Decir que pese a que son pocas las personas que viven en estos pueblos, se siguen celebrando las cuatro romerías con asistencia de los vecinos y que no se he perdido ningún año ninguna.

Tras ellos habla la cofradía de San Urbez de Albella. Explican que son unos 250 cofrades, cifra que se mantienen, pues aunque van falleciendo, algunas nuevas personas se hacen cofrades. El día de la cofradía de esta año calculan que hubo unas 300 personas.

Realizan la romería principal el sábado de Pascua de Pentecostés, donde se acude en procesión desde el pueblo a la ermita, y acuden las banderas (además de la propia de Albella), de Jánovas y Lacort, desde hace unos doce años. También hace unos años acude el estandarte de la cofradía de San Urbez de Nocito.

Se hace la misa en la ermita, se reparte torta y vino y la gente come por las casas y en unas mesas que la cofradía a preparado (en las sombras que se pueden) en un antiguo huerto dentro de Albella. También hay brasa preparada y finalmente baile, merienda y sorteo hasta las 22:30 o las 23:00.

El baile no deja mucho dinero, porque la gente, si hace frío se va, y luego también la merienda y el cordero para la rifa cuestan, pero de momento se sigue haciendo todo, aunque quizás haya que replantear alguna cosa respecto al baile.

También intentan mantener (a expensas de disponibilidad de cura que oficie), una misa cada sábado de mayo en la ermita, y normalmente también misa el día del santo, el 15 de diciembre.

Este año cabe destacar que se ha repuesto la campana de la ermita, que estaba rota, que se ha hecho una zanja para prevenir humedades en la ermita, y que se va a empezar seguramente la restauración de la torre de la iglesia.

Para proseguir, Isabel y Mari Ángeles Grasa (hermanas) y Antonio, marido de Isabel venidos de parte de casa Juan Domingo de Ceresola, explican como su celebración es más familiar, pues la ermita es propiedad de su casa, y siempre han celebrado con una comida tradicional, que en tiempos de los padres era siempre oveja y pollo guisado, así como unas galletas especiales. Ahora, con la despoblación y los hijos (sobre todo los aquí asistentes) haciéndose cargo de mantener dicha romería, se ha pasado a celebrar el domingo más cercano al día de San Urbez, y que sea compatible con las obligaciones laborales de los organizadores, y son la propia familia quienes hacen la carne asada y la comida en general. Las galletas, gracias a Mari Ángeles, se siguen haciendo.

Ahora, son ellos los que invitan a los que pueden dentro de lo que el sitio y la infraestructura les permite. Normalmente, por dicha razones de infraestructura no suelen ser más de una cincuenta o sesenta, pero son ellos los que sobre la marcha van viendo cada año quien invitan y quien va a poder acudir a dicha invitación.

Además comentan que hace unos años dejaron un libro en la cueva para que la gente que la visita pudiera firmar o poner su impresiones y que la gente va poniendo y así también ven las visitas que tienen, que cada año son más, aunque siempre respetuosas hasta ahora y que no ha habido ningún percance aún estando la cueva abierta.

Finalmente, es la cofradía de Nocito, la más numerosa en cofrades quien expone su situación y actuaciones.

La cofradía de san Urbez de Nocito está compuesta por más o menos 550 cofrades, y es la que se encarga de mantener las romerías y recuperar lo que buenamente puede del antiguo monasterio de Nocito. Se organiza la romería principal el último domingo de junio, y luego una para los cofrades  de la propia cofradía más las del santo Cristo de los milagros y San Lorenzo, ambas de Huesca, el último domingo de septiembre. Para la fecha de la onomástica, se organiza un tríduo en la iglesia de San Pedro el viejo de Huesca (sede canónica de la cofradía), coincidiendo la tercera y última de las tres misas el día 15 de diciembre.

Abajo, el puente de San Úrbez sobre el encajonado cauce del Bellós.

El día de la romería principal , en junio, la gente puede quedarse a comer por las diferentes salas de la casas de los romeros, y la misma junta directiva con unas cuantas personas invitadas, hacen hasta treinta comensales. Desde que se hacen estas reuniones, en esta caso siempre acude gente del Quiñón, de Ceresola y de Albella como invitados, de la misma manera que gente de cada uno de estos sitios acuden al resto de romerías del santo, de manera que se lleva unos años reuniéndonos de los cuatro zonas en las otras romerías.

Decir también que cada año son más las cruces parroquiales que se van uniendo a la procesión, y que la de San Urbez, por primera vez, esta año ha acudido a Santa Orosia en representación de la figura del santo.

También comentan que a final de agosto visitaron el santuario miembros de la “Casa de  ganaderos” de Zaragoza, por ser un santo pastor y querer tener información de un santo tan vinculado al mundo ganadero como San Urbez. Todo fue muy bien y salieron contentos.

Esta año en Nocito se ha arreglado parte de la techumbre de la casa de los romeros, que estaba con goteras, quedando muy bien.

Para acabar se propone dejar como fecha fija para estas reuniones el primer sábado de agosto, que casualmente para el 2016 será el día 6, festividad de los santos Justo y Pastor, tomando el releva Albella y Planillo para tal evento.

Tras levantar la reunión nos juntamos en el altar de “abajo” en la misma cueva, pero fuera de la ermita, donde merendamos el picoteo que había preparado la junta del Quiñón y los vecinos de la zona, y como siempre, con anécdotas y curiosidades, entre bocado y bocado la noche se nos fue echando encima y sobre las 20:30 nos fuimos cada uno a su lugar de origen.

 

Óscar Ballarín.