Un grupo de amigos unidos por San Úrbez andando por una montaña antaño humanizada
Con este titular tan "raro" se podría resumir la XI Ruta o Camino de San Úrbez que hemos materializado una vez más un grupo de amigos en la semana que cabalgó en un excelente tiempo entre abril y mayo.
Con este camino pretendemos homenajear a aquellos romeros de Albella, a los que dedicamos nuestros libros, que hasta mediados del ya pasado siglo XX hollaron con sus pies descalzos los viejos senderos de estas montañas, en su camino para peticionar agua bien a San Úrbez de Añisclo, bien a San Úrbez de Nocito.
El denominador común de todos los años, y es el excelente ambiente de comunión. Toda la ruta la hicimos siete personas, pero algunos días vinieron hasta treinta personas. Conectamos como también es habitual tanto con Radio Sobrarbe como con Radio Huesca.
También por primera vez ha habido un rescate en helicóptero, el último día, por una mala caída que lesionó una rodilla en las profundidades de San Martín de la Bal d´Onsera. No fue nada grave y gracias al saber sufrir (rozando lo estoico) del compañero pudo subir al collado de San Salvador, donde fue recogido por el helicóptero. Otra aventura más.
A continuación expondremos un resultado fotográfico muy muy somero, focalizado no en las personas sino en el territorio.
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Aquí quedaría una crónica muy breve y objetiva. Pero.... escarbemos..... esgarrapemos en los sentimientos de las personas.
El cariño con el que somos recibidos en las poblaciones habitadas que atravesamos no sólo no disminuye, sino que aumenta. Pequeños pueblos enteros volcados, como Albella (ese trabajo callado de Sonia de Cebollero...) y Laguarta. No nos olvidamos de otras hospitalidades destacables, como Buerba, Chibluco, y también la mágica noche de San Úrbez de Cerésola, donde algún cojo saltó su descanso para ayudar.
No siempre la vorágine de la ruta, que no concede ni un segundo libre, cumple con la obligada cortesía, por eso desde aquí reiteramos nuestro agradecimiento a las personas que alteran su vida, preparan, esperan, agasajan, y a veces no son convenientemente agradecidos. Muchas de esas personas anónimas que nos llevan una comida a un punto concreto.... a veces son olvidadas. No para nosotros. Tampoco olvidamos la recepción en el Santuario de Nocito, y en casa Ortas, con esa tarta homenaje a estos nuevos romeros, simples imitadores de aquellos otros sí auténticos.
Cada uno lo vive de una manera. Si preguntáramos a cada persona que ha participado de este proyecto, contaría "su visión". Traigo aquí la anécdota del Sargento Ángel Salamanca, que cayó yprisionero con la División Azul en Krasny Bor (febrero 1943) y receptor de la Medalla Militar Individual unos 50 años después de la batalla..., que interrumpió a un general al final de una conferencia y le dijo "pues Mi General, yo debí estar en otra batalla...". La variedad de personas y caracteres que nos acompañan enriquecen cada año el camino. Todas las personas que este año la hicieron por primera vez nos han enriquecido para siempre (Fernando, José Alfonso, y otros muchos...). Algunos no olvidaremos jamás la misa en torno al fuego en San Martín donde hábilmente John Mario sacó lo que teníamos en nuestro corazón. Otros arrastraban preocupaciones y encontraron tiempo para meditarlas y colocarlas en su justo lugar.
Pero sin duda, este año ha estado más presente la espiritualidad. El carácter excelente de los párrocos de Aínsa, Bielsa-Plan, y Boltaña (Rafael, John Mario y José Alejo), además de otros párrocos que han participado de la ruta (Sabiñánigo, Vicario de la Diócesis de Huesca), así como la calidad espiritual de muchos de los asistentes (creyentes o no), nos ayuda a reencontrarnos con Dios, que es lo mismo que encontrarnos con nosotros mismos.
También el alma de Matilde, madre de un compañero y amigo Urbeciano, además de informante, voló alrededor de la ruta, al fallecer ya de avanzada edad justo al principio de la misma. Y, aunque los sentimientos no admiten graduación, también al principio de la ruta un terrible golpe nos impactó, y es el fallecimiento repentino de Ana, esposa de nuestro entrañable amigo "de los Javieres" Josico y madre de un hijo y de una hija. Quien lo conozca entenderá nuestro dolor. Varios presenciamos como en la primera misa en Sastral, al mencionar su nombre mosén José Alejo, un soplo de aire frío entró por el hueco que dejó la campana ausente y apagó cuatro velas de golpe de las dos decenas que lucían en la mesa. Queremos creer que fue una forma de decir: estoy aquí, no me he ido, no me he podido ir...
Todo ello lo hace posible el mozo Úrbez....
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Algunas fotografías, no distribuidas homogéneamente distribuídas en las siete etapas.
Plana Canal-Buerba
Abajo: Collarán, Monte Nabaín, campos bajo Buerba.
Monte Nabaín, peña Cuta de Yeba, Buerba.
Abajo: especie endémica y aún no protegida: o pastor con o perro y as güellas. De Patricio de Vió.
Abajo: el árbol de la ciencia. Añisclo.
Abajo: vida y muerte. Añisclo.
Buerba-Albella
Abajo: San Úrbez, en la ermita de Albella, talla procedente del templo parroquial.
Abajo: recepción por todo lo alto en Albella.
Abajo: Campol. Detalle.
Abajo: camino romero de Albella a Planiello. La ermita al fondo.
Abajo: campos de Lacort. Ningún macho bate aquí la cola ya.
Abajo: Albella. Belleza. Pajar de casa Ayneto, en la que sirvió el mozo Úrbez de pastor.
Albella-Laguarta
Abajo: amistad en las Mallatas de Albella y Planiello.
Abajo: fuente del Billar, en el camino de la sierra de Planiello.
Laguarta-San Úrbez de Cerésola en la pardina Saliellas
Abajo: pozo y parroquial de San Bartolomé en Secorún.
Abajo: "no paséis de largo, hoy estoy perdido en el monte, nadie me limpia, nadie pasa por este camino de Lasaosa a Artosilla, pero tengo nombre, soy O Caxico de las Galochetas, tengo nombre propio, no me olvidéis nunca..."
Abajo: "In hoc signum vinces"
San Úrbez de Cerésola-Nocito
Abajo: parajes de la pardina Latorre. Piedra, arizón y cielo.
Abajo: la balle de Nocito, una joya nunca suficientemente elogiada, en este caso enmarcada por un ciprés urbeciano.
Abajo: Cruz y Guara.
Abajo: caxico de 240 años.
Nocito-San Martín de la Bal d´Onsera
Abajo: abismos de San Martín.
Abajo: soledad lunar.
San Martín de la Bal d´Onsera-San Pedro el Viejo en Huesca
Abajo: What.....!!!!!??????
Abajo. ¿Arizona? Ortialla.
Y para terminar, unos contrastes en nuestra naturaleza:
Por último un mensaje cifrado, con permiso del lector general que no lo entenderá: los clavos santos que has hurtado, que unían maderas centenarias, aprovechando la soledad que invita al recogimiento y no al delito, servirán para fijar la tapa de tu ataud y con su entrechocar llamarán a la barca de Caronte que conduce inexorablemente al infierno. Piensa también que el triunfo del demonio en el siglo XX era hacernos pensar que no existía, pero el triunfo del demonio en el siglo XXI no es disimular su existencia, sino hacernos pensar que todo da igual. Pues no.