Tierras de San Úrbez desde el aire (III): Buerba-Bió

Esta es la tercera entrega de las fotos aéreas que, como explicamos en la primera de ellas (pulse aquí), hicimos para la confección de nuestros libros. Simplemente pensamos que no es habitual poder contemplar fotos aéreas de estas zonas rurales tan despobladas, y seguro que entre los seguidores de esta web hay personas que lo agradecen.

Hoy vamos con Buerba y Bió. Los romeros de Albella, en su peregrinación para pedir agua para su zona media del Ara, acudían a la ermita de San Úrbez de Añisclo, la Cueva de Sastral. Antes paraban a tomar un refrigerio en casa Lardiés de Arriba de Bió, entregaban (en los últimos años se perdió la costumbre) lo que llamaban "dineros santos" a cambio de las atenciones  comida tan ritualizada, y salían de la casa hacia la Cueva de Sastral por la puerta del huerto, que aún se puede contemplar, puerta que atravesó el mozo Úrbez según la tradición; un miembro de esta casa les acompañaba ya que les bajaba la cena para que la tomaran en la ermita. Bajaban por la Cabañera de Cruces, en recuerdo de la huella indeleble que la tradición ganadera dejó en todo el fenómeno de San Úrbez, siempre todo este complicado mecanismo en total silencio; allí les dejaba el miembro de casa Lardiés de Arriba, regresando por otro camino, el más corto y "usual", a Bió, el camino Bardina. 

Por Buerba no pasaban los romeros, pero sí por su término; parte importante de los vecinos acudían a ver a los romeros y besar el Santocristo que les ofrecían a la carrasca Comagracieta de casa Palacio de Buerba, ya que ahí entraban en el término de este pueblo.

Buerba y Bió, junto a Nerín, Sercué y Gallisué (y hace muchísimos años también Sampietro, no Moriello de Sampietro sino Sampietro) conforman el Quñón de Buerba o Quiñón Mayor, ente antiquísimo, cuyas diferencias se dilucidaban en la llamada caseta as Juntas, cerca de la cual pasaban los romeros, y que la moderna carretera que asciende desde el Bellós hasta Bió terminó de destrozar.

Valorad a la vista de las fotos el enorme placer que experimentó Óscar al sobrevolar estos abismos, pero si tenemos en cuenta que uno de los dos vuelos fue con mal tiempo y fuertes corrientes, en una zona de alta montaña y grandes diferencias altitudinales, también se podrá valorar el respeto que da visitar a vista de pájaro estos abismos.

Veamos ahora las fotos aéreas.

Abajo: vista aérea desde la zona de Santa Marina. A la izquierda, Bió, como telón de fondo las rallas enormes de Sastrales. Más centrado, Buerba, entre ambos, el barranco Arpió, que se vierte al Bellós por la escotadura que aparece en el medio de la foto, entre Tozuals (izquierda) y Bramapán (derecha). A la derecha se aprecia la marca de la carretera a Puyarruego, que sigue el trazado del camino tradicional de Buerba a Gallisué.

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Abajo: Bió, núcleo alargado, con varios barrios: O Cabo Lugá, L´Urmé... En rojo, casa Lardiés de Arriba. Con flecha roja, la puerta del huerto por donde el mozo Úrbez salió al ser descubierto en su santidad hacia tierras de Albella, salida que replicaban siempre los romeros de Albella durante siglos y siglos, hasta los cuarenta, década en la que terminó la tradición con la despoblación, acentuada por la guerra civil. A la derecha, Bramapán, a la izquierda, aunque no se distingan en esta foto, en primera instancia San Miguel y elevándose por encima Tozuals (se distinguen mejor más adelante).

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Abajo: preciosa fotografía de Bió, con el conjunto de la casa-patio de Lardiés de Arriba (en la parte inferior del pueblo está Lardiés de Abajo o Mingo Lardiés). Al fondo, el corte de Sastral, con Mondoto a la derecha y Sastrales a la izquierda, en loca sucesión de rallas y zillos. Al fondo se adivina el collado de Añisclo y entre la bruma Treserols.

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Abajo: Bió y Buerba. Hemos punteado levemente en rojo el camino que en unos minutos une ambas poblaciones de estas durísimas tierras, con problemas de agua a pesar de su altitud, muy marcadas por la geología, la compleja hidrografía, la geología y la orientación sur. Al este de Bió hay dos tozales consecutivos: el primero, más pequeño, San Miguel, en el que hemos marcado la ubicación de la ermita que existió y de la que solamente queda el espedregal. Detras, y muchas veces confundidos ya que parecen la misma elevación, Tozuals, más airoso, y que rivaliza con Bramapán, al otro lado de la escotadura del barranco Arpió.

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Abajo: detalle del alargado nucleo de Buerba. A mano derecha, salida de la senda a Sampietro, cruzando el río Yesa por As Planas de Yesa.

Abajo: de Buerba hacia el sur. En flecha azul, ubicación detrás de la costera que vemos de Gallisué, el más meridional de los pueblos del Quiñón. Circulado en rojo, ermita de Collarán, ruinosa, con su propio milagro. Con flecha en rojo, punta de Arán. En leve recuadro azul, mágica ubicación de Moriello de Sampietro. Y recuadrado en rojo, ubicación aproximada del despoblado medieval, hoy poblado de bordas, de Sampietro, que sí formaba parte del Quiñón y cuyas tierras quedaron para los pueblos integrantes de éste.

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Hasta pronto.

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