Se fué Segundo de Trallero Nocito...
Hoy alguien nos tendrá que perdonar. Son, por desgracia, por la dura ley de la vida, muchos los devotos e informantes, habiendo hablado con centenares de personas para nuestro estudio sobre San Úrbez, que fallecen cada año. Todos merecen un respeto y una oración, y todos dejan un hueco difícil de paliar. De los que son cofrades de Huesca, en la romería de Nocito se les dedica un recuerdo en la misa.
Ayer, sábado 19, curiosamente aniversario de la muerte de su madre Germana Albás, murió de casi noventa años Segundo Nasarre, de casa Trallero de Nocito. El lunes 21 a las 11 de la mañana será su funeral en la iglesia de Santo Domingo de Huesca.
Todos dejan un hueco. Sin embargo, quizás, para nosotros Segundo era alguien distinto. Conocía su valle y su pueblo muy a fondo, y toda la montaña de la redolada, habiéndose dedicado a la compra de tocinicos por los pueblos, y habiendo tenido ovejas también, lo que hacía que conociera las diversas caras de la realidad. Sus informaciones sobre muchos temas, sobre las vivencias en estas montañas cuando aún coleaba el modo de vida tradicional, sobre las casas, toponimia..., han sido fundamentales para nuestras investigaciones. Su fe en San Úrbez era como estas montañas, sencillas y duras, forjada en el crisol de una trágica circunstancia vital que le llevó a rogar a San Úrbez yendo andando junto a su señora, descalzos, desde molino Villobas hasta el Santuario de Nocito superando el puerto de Bail.
Víctor, hijo suyo, supo ver, y participó desde su fundación, este proyecto de Arialla, y nos honró y honra con su amistad, que San Úrbez quiera sea eterna.
Dicharachero, y también cascarrabias, con carácter, quiso costear la bandera del Santuario que, desaparecida en la guerra civil, se volvió a confeccionar.
Pero creo que es así como debemos recordarlo, con la guitarra y el cigarro en la comisura de los labios, como en esta romería antigua.
San Úrbez le guardará sin duda un sitio, "un güen fenal", donde podrá "soltar as güellas" sin problema, y alli, elegante siempre, podrá descansar por fin para toda la eternidad.