San Úrbez de Letosa
Uno de los indicadores de la antigüedad de un culto, que lo remonta incluso más allá de la cristianización de estas maravillosas montañas del Altoaragón, es la "no-disociación" del culto con su lugar apropiado. De ahí que el culto a San Úrbez (sin duda, cristianización de una deidad anterior a la llegada del cristianismo a estas montañas, siempre apartadas y poco porosas a cualquier novedad) se sitúe siempre en sus ermitas, lo que explica los poquísimos templos parroquiales dedicados a su figura, algo que no va a tono con la intensidad de su culto, muy fuerte en sus zonas de influencia.
En "...a pies descalzos" analizamos este tema y enumeramos en el capítulo "Los lugares de San Úrbez" aquellas ubicaciones de una u otra manera asociadas al Santo. La parroquial de Letosa, en la meseta de Otín, tradicionalmente Ayuntamiento de Rodellar, ha estado históricamente bajo la advocación del Santo Pastor. Hoy la visitaremos.
En el mapa del Instituto Geográfico y Castastral de 1928, bastante detallado en lo que concierne a sendas y caminos, aunque con los habituales errores topográficos y toponímicos, ubicamos a Letosa, para aquel que no lo conozca, en su marco de la meseta de Otín:
Abajo, con cuadrado rojo, Letosa. En verde, otras poblaciones: Nasarre, Bellanuga, Otín, San Hipólito, Ballabriga... Como se puede ver de modo general, el ayuntamiento de Rodellar penetra como una cuña hacia el norte, entre los antiguos ayuntamientos de Secorún (oeste y norte) y Sarsa de Surta (este), que en en los años sesenta (corregido en rojo en el mapa) ya eran respectivamente ayuntamiento de Laguarta (luego Sabiñánigo) y Alto Sobrarbe (con sede en Arcusa, luego Aínsa-Sobrarbe). Si pulsas sobre la imagen podrás verla ampliada. Aviso: mapa perteneciente hoy a DGA, no se admite su uso comercial.
Hoy Letosa es un lugar ni más ni menos arrasado que tantos centenares de pueblos del Altoaragón que sufrieron el abandono. En este caso no es ajena incluso la basura, puesto que sus hoy ruinas se tomaron de base para pernoctar en el descenso del Mascún. El templo está partado, sumergido en un mar de maleza. Era bastante modesto, orientación canónica, una sola nave, bóveda de cañón, testero recto... Al final de estas líneas reproducimos el pequeño reportaje en el que nos ocupamos de él en "...a pies descalzos".
Veamos algunas fotos como homenaje a este viejo y sencillo templo:
Abajo, nada lo distingue de una borda, desde la distancia y a través de las barzas y gabarderas.
Abajo, desde sus muros, Letosa arrasado. Al fondo, zona de la sierra de Balced, Santa Marina y Forcas, y las faldas de Payebla.
Abajo, aproximadamente en 2010 en una tarde de trabajo limpiamos el acceso, ya imposible incluiso "a gatas". Bonita lonja con el azulete al fondo.
Abajo, exterior de los pies de la nave, óculo.
Abajo, interior, pies de la nave. Se aprecia la bóveda de cañón y su policromía en azulete y al gusto popular. Fotografía del año 2000.
Abajo, diez años después, en 2010, el templo permanece estable en su deterioro. Sin duda la bóveda de cañón ayuda a la correcta distribución de las cargas.
Abajo: en el tramo del ábside, el templo se resolvió de una manera curiosa. El edificio en sí pierde altura, cubriéndose en sentido longitudinal con un tejadillo, que parte del fin de la nave, a la altura del presbiterio, que vierte aguas hacia el este. Bajo él, queda un hueco hasta la bóveda de cañón, que continúa aunque a menor altura.
Abajo: bajo la escalera al coro se ubicada la pila bautismal, desaparecida. Técnicas constructivas totalmente populares, se aprecian los ramajes que sustentan el "buro" sobre el que apoyan las losas.
Abajo: confesionario.
Abajo: desde el coro se aprecian las enormes losas cuadrangulares del suelo de la nave, así como el final de la bóveda de cañón de la nave, comenzando al otro lado la del ábside cuadrangular.
Para no repetirnos, colgamos aquí la página que dedicamos al templo en "...a pies descalzos" (si no lo lees bien pulsa sobre él y amplía la imagen);: como se puede ver -leedlo- en Letosa no era la única referencia al Sol de la Montaña.