San Justo y Pastor 2022
SANTOS JUSTO Y PASTOR. COFRADÍA DE SAN URBEZ. 6 AGOSTO DE 2022.
Oscar Ballarín
Ya cuando empezó la pandemia teníamos idea desde la Cofradía…y alentados por la Diócesis de Huesca, de recuperar una fiesta tan importante para toda la familia urbeciana.
Desde muy antiguo, se sabía que los “Santos Niños” se habían conmemorado con especialidad devoción en la ciudad de Huesca, que a la postre es donde se conservan la mayor parte de las reliquias de estos Santos tan especiales, y tan queridos, sobre todo en Tiermes y Alcalá de Henares, lugares de nacimiento y muerte de los dos infantes.
Pero las cercanas fiestas de San Lorenzo, el 10 del mismo mes, así como los avatares de los tiempos hicieron que en Huesca se perdiera mucho esta fiesta.
Nosotros, como cofradía de San Urbez, y dada su especial vinculación con nuestro Patrón, queríamos retomar de alguna manera la memoria de los Santos, y de la fiesta en su honor.
Pare ello, tras hablar con nuestro párroco D. Rafael, decidimos este año el hacer dos Misas en la onomástica.
Una, la víspera, en la propia iglesia de San Pedro el Viejo de Huesca, lugar donde se conservan y custodian las arquetas con las reliquias de los Santos Niños, y que es la sede canónica de nuestra cofradía, y otra en el propio Santuario de Nocito, donde en la capilla de San Urbez, en el altar que la preside, todos estamos acostumbrados a admirar la talla de San Urbez, acompañada a ambos lados por San Justo y San Pastor. Esto mismo sucede en las ermita del santo en Albella o Cerésola, pues por donde grabó las huellas de sus pasos en vida, trasmitió la devoción a estos santos de los cuales, según la tradición, portó las reliquias consigo hasta el momento de su muerte.
Además, para darle más sentimiento a la celebración, se nos ocurrió hacer un merecido homenaje a los seis cofrades fundadores que quedan vivos, que lo son desde el año de nuestra refundación, en 1967, y que son el testimonio vivo de la historia de la cofradía.
Y por si fuera poco, y dado que hace dos años que se suspendieron los encuentros de Cofradías, romerías y amigos de San Urbez, convocamos tras la comida a los hermanos de Cerésola, Albella y Planillo y Quiñón de Buerba, para hablar con los más involucrados en las celebraciones de cada sitio y ver cómo queríamos retomar estas reuniones en años venideros.
Dicho y hecho, empezamos a plantear todo, y lo primero es el aviso que dimos en nuestra romería del último domingo de junio, tras la Misa, para avisar a los allí presentes. Como primer año no nos ha sido posible comunicarlo en algunas de las circulares o boletines que mandamos cada año a los cofrades…pero para el año que viene lo incluiremos en el plan de actividades anuales. Y aprovechamos estas líneas para avisar que, la exitosa Vela a San Urbez, que hicimos este año en abril en el santuario, por votación el día de la asamblea, se va a pasar a realizar cada tres años, y el mismo fin de semana que hagamos la celebración de los Santos Justo y Pastor, de manera que a principios (ya veremos fecha exacta, pero seguramente el primer fin de semana) de cada agosto todos los años celebraremos los Santos Niños, y en 2025 tocará además Vela a San Urbez.
De la reunión de cofradías, romerías y devotos de San Urbez, hemos puesto como fecha para retomarla el próximo año, y será en Albella, con lo que hemos puesto también el primer fin de semana de septiembre, el sábado, como día de reunión. Será todos los años, y será en el lugar que se ofrezca para acoger a quienes deseen participar.
Dicho todo esto, diremos que la Misa en San Pedro, el viernes día 5 de agosto a las 20:00 fue la primera de las celebraciones, con no mucha asistencia, y el sábado a las 12:00 fue en Nocito con más de 40 participantes.
Los actos del sábado 6 de agosto, fiesta de los Mártires, fueron la Misa, veneración de la reliquia que desde la parroquia de San Pedro nos dejaron para los actos y luego entrega de las placas a los cofrades que lo son desde 1967.
El párroco D. Rafael, como siempre hizo una Misa amena y muy a propósito de la celebración, del sitio y de los asistentes. Se agradece su involucración y cercanía con nuestra cofradía.
De los seis, pudieron venir cuatro, excusando dos su asistencia, por motivos de salud, aunque uno autorizó a un sobrino a recoger la placa que se les dio como recuerdo.
Estos cofrades son:
Pedro Villacampa, de casa Orlato de Nocito.
Urbez Nasarre Javierre, de casa alta de San Urbez.
José María Mairal Lardiés, de casa Mairal de Bentué de Nocito.
Mauri Luna Chaverri, de casa Mairal de Bentué de Nocito.
Marino Grasa Urbán, de casa Urbez Mairal de Bentué de Nocito.
Faustino Valero Bergua, de casa Gimenez de Used.
Todos ellos acompañados por algunos familiares y amigos que hicieron del acto de entrega un momento muy especial para ellos y todos los asistentes.
Después hicimos un vermuth para todos los presentes y tras ello la comida en la que todos comimos en el salón de la Junta, en la planta del patio.
El día fue muy animado y todo el mundo estuvo muy a gusto y bien.
Ponemos a continuación la trascripción de las palabras que se dijeron en el momento de iniciar la Misa para hacer un poco de memoria de los Santos Mártires Niños San Justo y San Pastor.
“Nacidos en Tielmes, en 295 y 297. Siendo de muy tierna edad (unos 9 y 11 años) llegó a Complutum, actual Alcalá de Henares, un prefecto romano de nombre Publio Daciano, con orden de perseguir a los cristianos bajos el edicto de los emperadores Diocleciano y Maximiliano. Ambos niños se presentaron espontáneamente ante el prefecto declarando que eran cristianos. El romano los interrogó y decretó que fueran atormentados. Fueron llevados a un lugar apartado llamado “Campo Laudable”, situado en Alcalá de Henares, y allí fueron decapitados y sus cuerpos sepultados, siendo el año 304. Los cuerpos de los Santos fueron resguardados por otros cristianos en una capilla. Con el tiempo el pequeño templo se arruinó y se perdió la memoria del lugar hasta que un siglo después, a principios del siglo V, el Arzobispo de Toledo, Asturio, gran devoto de los Santos hermanos, halló los restos y levantó un basílica en aquel lugar.
Según la tradición, San Urbez siempre llevó consigo los sagrados cuerpos de San Justo y San Pastor, a quienes siempre había profesado una especial devoción y cuyo martirio le había emocionado.
Cómo pudo obtener esas reliquias San Urbez es una incógnita, pues hay quien dice que bajó a por ellas a Alcalá de Henares, y hay quien dice que los cristianos en su huida por el avanze musulmán, las subieron al norte.
Cuando San Urbez es enterrado en la ermita de Nuestra Señora de las nieves o Virgen de las Montañas, lo fue por su deseo, junto a las reliquias de sus santos queridos.
HISTORIA DE LAS RELIQUIAS:
En 1137, Ramiro II el monje, que lo había sido del monasterio de San Ponce de Tomeras, donó una pequeña reliquia para la catedral de Narbona, dedicada a los Santos niños.
Al principio del reinado de los Reyes Católicos, el Arzobispo de Toledo, D. Alonso Carrillo, presiona a éstos para obtener una reliquia para la catedral de Alcalá de Henares, donde se les tiene una excepcional devoción (finales del siglo XV).
A la muerte del arzobispo, su sucesor, el famoso Cardenal Cisneros, mantuvo el deseo de enriquecer Alcalá de Henares con los cuerpos de los santos y mandó unos bandoleros a robarlos, en torno al año 1496.
En 1499 consiguen sustraer de Nocito las reliquias de los niños, pero una serie de hechos milagrosos hacen que sean abandonados en la ciudad de Huesca, donde se habían hospedado los ladrones junto a la casa del Temple,
Dice la tradición oscense que las campanas de la ciudad empezaron a repicar solas y que el Prior de San Pedro, D. Juan Cortés, dándose cuenta del milagro, recogió los cuerpos sagrados y los depositó en la iglesia de San Pedro el Viejo.
Las presiones para conseguir Alcalá de Henares parte de las reliquias, involucrando figuras tan relevantes como el Arzobispo de Toledo, el Virrey de Aragón, el Rey Felipe II o el propio Papa Pio V dieron sus frutos en 1568, entregando la ciudad de Huesca una pequeña parte de dichas reliquias que no ha menguado significativamente las que en la ciudad se siguen guardando.
De tal forma es así, que el propio rey Felipe II ambicionaba una reliquia de los niños para su colección personal en San Lorenzo del Escorial. Pero parece tan poco lo entregado a Alcalá por parte de Huesca que en lugar de pedirlo a la cercana Alcalá de Henares, lo solicita a Huesca, la cual le donó un pequeño huesecillo”.c
Y así es como todo ha llegado a nuestros días, de manera que lo que empezó siendo un robo al valle de Nocito, quizás con el tiempo salvó las reliquias de los niños mártires de hacer acabado como desgraciadamente acabaron las de San Urbez.
A modo de colofón, nos gustaría recordar, para todos los que disfrutan de las fiestas de San Lorenzo, que no dejen de fijarse en la carroza con la que procesiona el busto de San Lorenzo por las calles de la ciudad la mañana del 10 de agosto.
En la parte frontal y posterios están representados muy bellamente los santos y vírgenes oscenses, o con devoción especial en la ciudad. Entre ellos, quien tenga curiosidad, encontrará a San Urbez (abajo, el segundo por la derecha, barbado), San Justo y San Pastor.