San Bartolomé y San Úrbez
Según los hagiógrafos, Úrbez marchó de Albella, cruzó el nacimiento del río Alcanadre, y después, siguiendo a Agustín de Carreras, en su obra clave sobre nuestro santo de 1702 “...dizen travesó por los terminos de un lugar de la Montaña llamado La Guarta, a fin de visitar una ermita y iglesia q alli avia de la invocacion del glorioso Apostol S. Bartolomé, a quien de veras se encomendo...”.
Abajo: mención de Agustín de Carreras sobre la ermita de San Bartolomé en la que oró el mozo Úrbez, en el término de Laguarta:
San Bartolomé es el veinticuatro de agosto, y aunque estos días estivales nos hayan hecho relajarnos unos días y dejar atrás su festividad, no podemos olvidar la especial relación de nuestro santo Úrbez con San Bartolomé.
Como vemos, el hagiógrafo Carreras, igual que otros posteriores que sin duda lo tomaron de él, hace referencia a una ermita de San Bartolomé donde dice que oró el santo, y la sitúa en los términos (importante, no en el pueblo) de Laguarta. Aparte de las máximas figuras de Dios, la Virgen, Jesús, y por supuesto San Justo y Pastor…, San Bartolomé es el único santo “con nombre y apellidos” nombrado en las tradicionales "vidas de San Úrbez" que han llegado a nuestros días.
Tras larga investigación entre vecinos de Laguarta, Matidero, Secorún..., localizamos un despoblado altomedieval, situado exactamente casi en la güega entre Matidero y Laguarta, dominante sobre el río Alcanadre y situado a una centena de metros del cauce, con una gran zona de pastos a su espalda que se extiende de este a oeste hacia Laguarta, que se llama Os Paulazos. Este despoblado se llama San Bartolomé (santo y apóstol importante a nivel eclesial y de bastante presencia en el Altoaragón), y es rápidamente identificado por varios vecinos de Laguarta como el único San Bartolomé que conocen, además de también por los vecinos de Matidero. Por el tozal sobre cuya cima se asienta el despoblado pasa la "guega" entre los municipios hoy de Boltaña y Sabiñánigo (heredados de anteriores demarcaciones), estando el despoblado por pocos metros en el monte de Matidero y no muy lejos de su núcleo (se localiza cerca, al oeste-noroeste de los edificios ya ruinosos de una pardina de los Villacampa de Matidero).
Abajo: arriba a la derecha, Albella y la ermita de San Úrbez. En el centro, nacimiento del río Alcanadre (el puerto de Albella y Planillo, también llamado "as tascas"). Abajo, en doble círculo, a la orilla del Alcanadre, el tozal de San Bartolomé.
(pulsa sobre la foto)
Históricamente, sin embargo, su asentamiento fueron tierras de Laguarta, ya que la frontera antigua discurría por el Alcanadre, y no de Matidero, como es hoy, ya que el término de éste realiza un entrante en el lado oeste del río, perteneciente al Ayuntamiento de Boltaña.
Abajo: a la derecha, tozal de San Bartolomé. Al fondo destaca la torre de San Miguel de Matidero, ya al otro lado del Alcanadre.
Accediéndose de modo más fácil desde el lado contrario a la pardina, desde los grandes prados de Os Paulazos, en la cima encontramos grandes espedregales sin formas definidas, aunque claramente concentrados en la parte alta, extrañamente plana (es probable que artificialmente). Uno de estos amontonamientos de piedras es especialmente singular (quizás sean restos de torre de observación). Se encuentra cerámica clara cristiana en las numerosas excavaciones de los jabalíes.
Hay razones poderosas que nos llevan a indicar que muy presumiblemente es éste el San Bartolomé del que habla Carreras, y donde habría orado y a quien se habría encomendado Úrbez en su tránsito de Albella a Cerésola:
- El hecho de ser éste el único "San Bartolomé" "de Laguarta", entrecomillado ya que hemos comentado que los espedregales están apenas cincuenta o cien metros metidos en el monte de Matidero hoy en día. Existía otro "San Bartolomé" en el monte de Secorún según informantes de este pueblo, pero ya muy alejado (al sur, a medio camino hacia Binueste), por lo que no puede ser más que éste a la orilla del Alcanadre. Esa desaparecida ermita de San Bartolomé en el monte de Secorún, a la que aún subían los mozos el día del patrón aún siendo ya sólo un espedregal, es la matriz de la advocación que heredó su magnífica parroquial, hoy arruinada, de San Bartolomé.
Abajo, parroquial de Secorún, San Bartolomé. De cabeza de ayuntamiento a núcleo despoblado.
Abajo: Cristo de Secorún, en la sacristía, desaparecido ya hace años.
- El estar situado en el cauce del Alcanadre, por cuyo nacimiento indica la tradición y la bibliografía que pasó el santo, siendo un camino lógico el descender el curso del río hasta que éste calma su fuerza desbocada al llegar a los planos de Matidero, camino que tomaría Úrbez desde el puerto de Albella hasta llegar a esta ermita de San Bartolomé.
- El estar conectado muy fácilmente con Laguarta, hacia donde se dirigió el santo a continuación, bien descendiendo un poco más por la orilla del Alcanadre para coger el recto camino antiguo de Matidero a Laguarta, o bien (y más rápido) tomando el camino natural de los grandes planos de Os Paulazos hacia el oeste, encontrando el camino a Laguarta citado justo cuando éste entra en la cuenca del naciente Guarga por un amplio collado, avistando al mismo tiempo la población última citada.
Abajo: detalle del mapa. De derecha a izquierda tres poblamientos: la pardina de San Juan del Castillo, Matidero, y Laguarta. En el centro, en doble círculo, el tozal de San Bartolomé.
(pulsa sobre la foto)
- No parece descabellado pensar que a finales de la edad media y durante el siglo XVI, la ermita se podría haber mantenido en pie, aún habiendo desaparecido el probable núcleo de población anejo, como sucedió en otros despoblados de Matidero como Espluqueta (situado en el camino a Secorún) y el de abandono más tardío, Torrocialla (cruzado por el camino a Alastrué, hoy limpio). De ahí que Carreras en la segunda mitad del XVII recoja una memoria aún fresca de la citada ermita.
Abajo: espedregales en la cima del tozal.
Hasta pronto.
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