La Almolda - Nocito (I/III): Almolda-Sariñena: la lluvia
Como se diría hoy en día, San Úrbez era un santo "transversal", en el sentido de que aunque montañés por esencia, la devoción en los somontanos y monegros aragoneses era muy fuerte. El núcleo devocional Candasnos-Bujaraloz-La Almolda, no por un poco erosionado y desgastado a lo largo de los siglos, deja por ello de ser muy importante y revelador de esa devoción que probablemente bajaron y asentaron los pastores pirenaicos en el origen del poblamiento de nuestra tierra, en esa dicotomía llano-montaña tan necesitada mutuamente una de la otra, aunque no exenta de roces y problemas, como así atestigua la historia: continuos fueron los enfrentamientos entre montañeses y hombres del llano, que en el fondo emana enfrentamiento ganadero-agricultor, e importante número de refranes recogen el carácter (supuesto) de hombres y mujeres de ambos territorios tan distintos.
Según las antiguas crónicas, en 1621 hubo una magnífica veneración con 125 cruces de Huesca, Zaragoza e incluso de Francia. Fueron más de 5.000 almas las que comparecieron para pedir agua en San Úrbez de Nocito. La Almolda acudió. También acudiría posteriormente a pedir agua al santuario del santo bajo Guara, ya que el término de La Almolda es muy seco, pleno Monegros. Hay una alta probabilidad de que las etapas que harían son las que hemos repetido: el primer día de La Almolda a Sariñena, donde se hacía noche. El segundo de Sariñena a Angüés, donde se hacía noche. Y el tercero, del tirón, cruzar la sierra por Os Planos (Cupierlo) y llegada por Used y Bentué al Santuario.
De jueves a sábado Óscar, Ignacio e Isabel, y la última etapa Víctor, replicaron los viejos pasos de los devotos necesitados de La Almolda, reviviendo una antiquísima tradición. Ha sido una travesía dura, muy dura, aún más dura por las adversidades climatológicas. Cualquiera de las tres etapas es más dura que cualquiera de las etapas del Camino de San Úrbez que hacemos todos los años.
Las definiremos así: La primera, lluvia. La segunda, viento. La tercera, sol y nieve.
La Almolda - Sariñena: lluvia.
Abajo,en la iglesia de La Almolda.
Abajo, San Úrbez pastor.
Abajo, la lluvia acompañó la travesía incesantemente.
Abajo, este primer tramo es "puro" Monegros. Campos bajo la lluvia.
Abajo, vista al norte con buenos ejemplares de sabinas en las espuendas de los campos.
Abajo, vegetación.
Abajo, Óscar, el artífice de estas aventuras.
Abajo, avistando la paridera donde almorzaremos.
Abajo, el café caliente de los termos revive los cuerpos.
Abajo, canal de Monegros, que dotó parcialmente de regadíos estas tierras...
Abajo, por fin, Sariñena, muertecicos y chupidos...