Marino Lardiés, pastor de ovejas y de hombres
Marino Lardiés, de Nocito, hermano de Álvaro, amigo y prior de la cofradía de San Úrbez de Huesca, falleció hace pocos años. La huella de su ausencia es fuerte y permanente, por su manera de ser, por su sapiencia auto-cultivada, y porque no podía ver una piedra caída de una pared sin recogerla.
Ordenando viejos papeles, nos ha salido la carta que Ignacio Almudévar Zamora, padre de nuestro amigo Ignacio Almudévar Bercero, dirigió al diario del Altoaragón, carta que fue publicada, y que supuso de alguna manera un homenaje a aquel Marino que sentenció, al ver en el bar de casa Ortas en Nocito bastantes chavales con ordenadores, aquello de "...nunca hubo tantos ordenadores en el mundo, y nunca estuvo éste tan desordenado".
Marino estará allá arriba, "pacentando as güellas...".
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