Desde Laguarta, con San Úrbez y Santa Orosia

23.06.2024 11:44

A continuación acompañamos un interesantísimo texto, que refleja una investigación sobre los nexos de Laguarta con San Úrbez y Santa Orosia (en estas fechas además tan especiales para ambas figuras, con sus romerías respectivas "encima"). Como añadido, nos lo acompañan con un grupo bien nutrido de fotografías que ilustran el texto. Nos lo envían los amigos José María Villacampa Rivarés y Pedro M. Marín Casanova. Gracias por contar con esta humilde web para difundirlo.

Como podréis ver, entra de lleno en la recuperación de patrimonio extraviado que une Laguarta, la familia Villacampa, y la figura de San Úrbez. También, además de la recuperación de elementos patrimoniales muy relevantes para la tradición de San Úrbez en Laguarta (cruz, dedales y agujas, etc), se añaden interesantes novedades sobre la pardina del Vico o Bico, y la finca de San Bartolomé, en la güega entre Laguarta y Matidero, además de otros asuntos muy interesantes.

Nuestra enhorabuena por el trabjo hecho y lo conseguido a José María y Pedro.

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Hace cuatro años publicamos el artículo “ Laguarta y Santa Orosia” ( nota 1), donde se contaban la vinculación de Laguarta, la Sociedad de Propietarios , la familia Villacampa de esta localidad, con  S. Urbez y Sta. Orosia. Transcurrido este tiempo hemos seguido trabajando, buscando, indagando y tenemos nueva información.

La queremos compartir con vosotros en este mes de Junio, por la vinculación en estas fechas  con ambos Santos y su tradición. Lo vamos a hacer a través de la página web “ www. apiesdescalzos.es”, por cuestiones de amistad , ahora le toca a S.Urbez ir delante.

De esta forma, cuando estemos el día 25 de Junio en Yebra de Basa con Santa. Orosia o el día 30 con San Urbez, queremos que se conozcan estas novedades, que hoy salen a la luz y que hemos mantenido por ello  en secreto. Hasta en nuestro entorno más cercano.

Primera noticia, hemos recuperado la “ Cruz Menor”, que describíamos como de “ hierro forjado”.
Conocemos que estaba en la pequeña capilla de S.Urbez en la iglesia de Casa Villacampa ( Cudillo).
Había otra  capilla dedicada a Santa Orosia. El Santo a la derecha mirando al este y la Santa a la izquierda del altar mayor. Suponemos que también indicando sus lugares, cómo orientación.

Esta cruz se  sacaba sólo para las grandes ceremonias religiosas. O para acudir en representación de la localidad, cuando coincidían dos eventos. Si al  otro  iba  la “ Cruz Mayor”, en el siguiente se alternaban. El resto del año estaba en su capilla.

Foto 10:

De hierro forjado, posiblemente en la localidad ( Foto 10) , tiene unas formas sencillas y en su base debía tener un apoyo, para la vara. Se perdió,  puede que fuese arrancado, tal cómo ha quedado el metal en esa zona. Esta cruz desapareció  en el “ saqueo organizado “ ( Nota 2) de 1936, pero no se perdió hacia el este, se quedó cerca.

Lo que no conocíamos por la desaparición de la documentación y el “ abandono” de la información oral , era que realmente había tres cruces. Existía una tercera, que estaba realizada en plata dorada. También cruz procesional o de romerías. Nos quedamos  con el número tres, que se repite mucho en nuestras tradiciones.

Esta cruz guardada en el “ Arca de la Honor de la Laguarta”( Nota 3) .El arca y su contenido, viajaron hasta Jaca, avanzada la postguerra. Allí “ anticuarios especiales o calificados con otro nombre” vendieron en lotes su contenido. Uno de esos lotes era esta cruz y sus documentos, que no hemos encontrado, desconociendo si se conservan. Pero sabemos que narraban su origen e historia.

Al parecer  esta cruz fue realizada en Jaca, hacia 1740 ( no se lee la última cifra en su interior). Encargada en  un  taller  artesano por  el Rvdo. Antonio J. Villacampa, Canónigo de la Catedral. Fue bendecida en esta catedral en honor de Sta. Orosia.  Desde Jaca  fue llevada a Yebra de Basa y bendecida por segunda vez. De allí  fue llevada a S.Urbez de Nocito, por Villobas, para ser bendecida por tercera vez. Otra vez nuestro número tres.

Fue “ vendida” a un coleccionista de Zaragoza . Hemos seguido su pista y  llegado a un acuerdo con quien la había heredado y la guardaba. Buena persona, que al conocer la historia completa, ha querido que volviese a su localidad.  Además nos ha proporcionado la información que al parecer estaba en los documentos, que el nunca vio, pero se lo contaron y la recordaba con cariño. Quiere permanecer en el anonimato, aunque tendrá este artículo para leerlo y a nosotros para lo que quiera .Gracias por ello. Ahora os presentamos la cruz ( Fotos 21 y 23).

Fotos 21, 23:

En su base tiene la “ L” grabada en el metal,  la letra de nuestra localidad ( Foto 22) y los restos de las marcas, del artesano que la hizo. Ha perdido parte de su “ dorado”, pero la conservación es bastante buena. Sólo la hemos limpiado con profundidad. Al hacerlo, en su interior,  se conservan los restos de un “ trozo de tela” ( ¿ reliquia?), que allí se quedaron y no sabemos más.

Foto 22:

Al  recogerla  observamos que no se conservaba el palo y por ello hemos seguido la tradición de cómo se hacían, para que lo tuviese. Un buen amigo y artesano cortó la vara de avellanera, en la “ mingua de inviernada “, la secó recogida y  sin luz,  siguiendo las costumbres, los plazos... La trabajó “ a la vieja usanza” le insertó la “ bola de buxo” y la finalizó. Todo cómo se hacía antes, tiene pie de metal ( cobre), la altura de romería, las formas tradicionales y grabada en la madera por delante la “ L” ( Laguarta). En su decoración, se repite nuestro número tres, otra vez.  Ahora a propósito, lo hemos elegido así y el maestro artesano ha conseguido esta maravilla.

Pero como no estaba completa, para terminar se le ha hecho la cinta de “llevar o lucir”.  Tal cómo se describía “ roja color vino” y “ con letras doradas con negro y  con cruz doble”. Se referían a una cruz denominada  “ patriarcal”,  a  cuyo uso debía tener derecho la familia Villacampa, porque está presente en su heráldica ( escudos de piedra conservados en Laguarta) . El “ modelo” de la Cruz de S.Urbez de forja que hemos descrito, también se pudo inspirar en esa heráldica que citamos por el herrero local  o  quien sabe, al revés.  Imagen de la nueva  cinta ( Foto 24).

Foto 24:

Este año, reaparecerá está cruz en Sta. Orosia  el 25 de Junio y en S. Urbez el 30 de Junio. Le pediremos al Padre Iván que la bendiga de nuevo, en ambas ocasiones. Y nos quedaría pendiente hacerlo en Jaca, para que sea la tercera. Estudiaremos cómo lo hacemos, que será en distinto orden que cuando vino a Laguarta.

Pero las sorpresas, no se paran aquí . Os contamos ( nota 1) que Micaela Otín ( originaria del Castillo de Lerés) esposa de Francisco Villacampa, fue la última mujer de la familia Villacampa, en descoser y coser la mortaja de S. Urbez. Esta labor la compartió los últimos años (1932-35) con Elvira Villacampa Otín, sobrina de la anterior. Descosían la mortaja por la rodilla derecha del santo,  se dejaba al descubierto una pequeña chapa de plata, que  tapaba la reliquia ( para evitar los daños que se había producido) . Los fieles pasaban a besar esa chapita de forma ordenada. Después al terminar, se volvía a coser, sustituyendo la parte dañada de la mortaja ( lienzo de algodón de buena calidad). La última vez que se hizo, fue en 1935.  Eran unas funciones exclusivamente reservadas, por derecho y costumbre, a las mujeres de la familia Villacampa de Laguarta.

Todo lo empleado para ello, tela, hilo, agujas, dedales….y que habían estado en contacto con los restos del santo, se consideraban sagrados. Habían sido  bendecidos previamente y luego tenían  propiedades curativas. Por ello se guardaban de forma ordenada y segura, siguiendo un protocolo que pasaba entre generaciones de las mujeres encargadas.

Había un costurero ( Foto 3) de tela bordada y se cerraba con cinta negra, con un sello. Contenía la tela para reparar la mortaja, de la cual queda sólo una parte pequeña ( Foto 5). Reseñada con un  cartel de  papel con letra  curva en tinta,  que  indica “ Mortaja de S. Urbez” ( Foto 4). La familia llevaba, pequeños trozos de esta mortaja, en su cartera. Cómo protección. La costumbre ha perdurado hasta nuestros días ( Foto 6) y el de la foto lo lleva José María, desde su primera cartera.

Foto 3:

Foto 5:

Foto 4:

Foto 6:

Todo lo que hemos descrito, se guardaba a su vez en una “ bolsa cuadrada de tela”  ( Foto11)

Foto 11:

 junto con la llave de la arqueta de S.Urbez  (Foto 2) ( una de las tres llaves) cómo contamos.

Foto 2:

En una cartera de cuero ( Foto 1) con las iniciales J/V ( José Villacampa),  

Foto 1 y 20:

se guardaba un Protocolo Notarial de 1838, donde describe el uso de las tres llaves, el ceremonial de la apertura del Arca, derechos de los Villacampa  y el protocolo.( Foto 17). En esa ceremonia se contaba con  la presencia de los representantes de los Valles del Sarrablo y Nocito, con sus Alcaldes. Así como los representantes de la ciudad de Huesca, que van evolucionando. También estaba José Villacampa (se repite mucho el nombre, al ser normalmente el primogénito) que aporta la llave que custodia su familia desde siempre, se usa y se le devuelve, refrendando sus derechos.

Foto 17 y 19:

La función del “Protocolo Notarial”, era dar por cumplidos todos los  derechos y obligaciones de las tres partes, realizar la ceremonia y la devolución de las llaves a sus titulares. Dejando constancia de ello. Pero no es el único protocolo notarial que tenía la familia Villacampa, con respecto a esta ceremonia, sus derechos y obligaciones.

Hasta principios del siglo XIX, los Villacampa de Laguarta presentes en estas ceremonias,  constaban como Señores del Vico ( Bico), Tuartas y Brotiello ( los Tres con categoría de  Señoríos del Reino de Aragón). Además contaban con diversas Infanzonías ( hasta 8) con sus pruebas y acumulaciones. Desde  1.838 constan sólo como Señores de Tuartas y Brotiello e Infanzones. Ha desaparecido la referencia al  Vico.

La primera mención que tenemos de este topónimo y nombre del Señorío es de 1067 cuando Sancho Garcés Villacampa, mayordomo del Rey de Aragón Ramiro I, nos aparece como “ Tenente de la Partida del Vico” en Laguarta.  (Nota 5 )

Seguramente la vinculación de la familia Villacampa con San Urbez y Santa Orosia, nace en estos momentos, en el inicio del Reino de Aragón.  En Laguarta, se sigue conservando este topónimo en la actualidad (Vico/ Bico) cómo punta  o pico ( altozano) por encima del cementerio de la localidad. Debajo de esta elevación es donde situaba la tradición el pueblo original de Laguarta. Al parecer estuvo allí hasta el siglo XIV. En ese  donde permanece el topónimo de “ campo l¨iglesia” y otros similares. Después de la crisis de este siglo, se cambia de ubicación el pueblo habitado. Dice la tradición que por “ salubridad” y se asienta donde  ahora está. Es el siglo XV, y surge cómo  núcleo poblacional entre la Iglesia de S. Salvador ( por encima están el barranco y acequia del mismo nombre) y la Corona del Convento ( actual Abadía) que parece que albergó edificación  religiosa con ese uso, con capilla y cementerio medieval. Es el  nuevo Laguarta entonces, ahora el que conocemos.

El “ Vico” podría ser la “ punta” ( línea vértice) o lugar fronterizo, con una clara función defensiva del territorio. Inicialmente comprendería un extenso trozo de terreno entre la  Ballibasa, Guarga y el antiguo Sarrablo.  Una frontera entonces. En 1329 Alfonso IV de Aragón confirma el nombramiento de Jaime II, a Sobrino Villacampa, como Lugarteniente del Sobrejuntero de Jaca, con un territorio que contempla los Valles del Sarrablo y Gállego, desde “ Ascusabet “ a Gavin ( Nota 2).Es decir,  en el  interior de este territorio se encontrarían  los lugares de Sta. Orosia y S. Urbez que nos ocupan en este artículo.

Este Sobrino Villacampa, Señor del Vico, es recogido como Infanzón del Sarrablo, junto a Fortún Villacampa, en 1357 ( Nota 4). Son numerosas las pruebas de Infanzonía, que toman  las mismas fuentes y utilizan la referencia de los Villacampa del Sarrablo y Laguarta.

En 1626  ( en las Cortes del Reino en Barbastro) nos aparece como Infanzón de Laguarta y Caudillo del Sarrablo Francisco de Villacampa ( Nota 6). Este sería el origen del nombre de la Casa de Cudillo o Caudillo de los Villacampa, en Laguarta. Este nombre surgiría  al final de la Edad Media, cuando se repiten estos cargos y funciones. El modelo sigue hasta el siglo XVIII, cuando todo empieza a cambiar. En la actualidad permanece este nombre que designaba la Casa Villacampa principal , Cudillo o D. José. Que no debe confundirse con la Casa Chantre o Don Pedro. La  última la casa secundaria ( cómo describe L. Briet) y corresponde al actual edificio de titularidad municipal, enfrente de la Iglesia que fue restaurado parcialmente y ha sido Albergue.

Pero volvamos a 1935, cuando Micaela Otín y Elvira Villacampa, guardan los utensilios de coser la “ mortaja” de S. Urbez en la bolsa cuadrada de tela ( Foto 11),  incluyen  también dos canuteros ( alfileteros) de madera de boj. Guardan  el principal, en ese momento, que contiene unas agujas de varios tipos de cabezal dorado. Ella lo  había sido traído consigo del Castillo de Leres., acompañado de un dedal de plata . Era el que utilizaba Micaela en  esos años.

Junto a él, estaba el  más antiguo de los dos, conservado en Laguarta desde siempre, con un dedal de alpaca. Era en esos años el secundario y el que utilizaba Elvira. Ambos se consideraban “ sagrados” y su función prioritaria era coser la mortaja de S. Urbez, con las propiedades que transmitían por esa función, que se identificaban como curativas. Portaban distintos  tipos de agujas, suponemos que para distintas telas.

Foto 7:

El usado por Micaela a la izquierda y el usado por Elvira a la derecha, con las  agujas y dedales en la actualidad, tal cómo nos han llegado.

A principios de  1936, fueron separados ambos canuteros del resto de los “ enseres” de San Urbez. Del canutero secundario se sacó una sola aguja, que fue entregada por Elvira a un amigo personal de la familia, de una Pardina al sur de la localidad.  Era para coser la ropa de un familiar enfermo y luego ser devuelta.

El resto de lo separado, los canuteros, principal y secundario, fueron prestados a un familiar de un pueblo también al sur de Laguarta. Debían ser utilizados para  coser la ropa de una hija pequeña muy enferma, para que San Urbez la salvase. Dado que no le encontraban tratamiento. Y se planteaba la devoción al Santo, como “ último recurso” para la niña. Por esta causa , se prestó todo ello al familiar.

Llegó la Guerra Civil y la aguja sacada del secundario desapareció. Lo mismo pasó con los dos canuteros y dedales, se perdieron en esos momentos y ya no volvieron con el resto de los enseres del santo. Fueron unos años muy complicados, que estas cosas se ocultaron por miedo. El silencio formaba parte de la lucha para sobrevivir y se preguntaba poco.

El resto de los enseres de la bolsa y la cartera de cuero, que se ven en las fotos, fueron de las pocas cosas que la familia Villacampa se llevó de Laguarta en 1936. Cuando salieron huyendo por la noche y a través de los campos dirección Jaca, para salvar sus vidas. Esto nos da una idea del valor que tenían para la familia , estos objetos y su vinculación con las  tradiciones.

Terminada la contienda, fueron años muy difíciles, con muchas heridas abiertas. Y en los cuales  se dieron por perdidas muchas cosas, como las que estamos describiendo. Se consideraban destruidas o desaparecidas. Además existían otras grandes preocupaciones, cómo reconstruir una casa donde vivir, poner las tierras en funcionamiento….con miedo por lo que había pasado. Todo lo que sucedió tuvo efectos traumáticos.

Los canuteros no desaparecieron, en la postguerra viajaron con quienes los tenían a un pueblo de “ colonización” de la tierra baja, lejos del Viejo Sarrablo. Con los años se fueron  más lejos, muy lejos, con quienes los “heredaron”. Pero los detalles no se pueden contar en un artículo y son pequeños ” secretos”. Lo importante es que los encontramos, llegamos a un acuerdo  y volvieron a Laguarta, donde siempre debieron estar ( Foto 7).

El de la derecha de la foto  ( el más antiguo y que era el original de Laguarta) está decorado con tres relieves, tallados en el boj. Volvemos al número tres. Por ello elegimos reproducir esta decoración  en la vara o palo de la cruz que hemos recuperado, siguiendo los modelos que hemos descrito. No lo sabemos, pero tantas veces, tres ¿ algo significará?

Junto al resto de los objetos descritos en la cartera, había un papel muy doblado y escondido, desde 1936 al menos. Nadie lo había tocado. Con todo el cuidado lo hemos desdoblado ( está muy deteriorado) y nueva sorpresa. Ha aparecido otro “ Protocolo Notarial” ( Foto 18) de 1855,

Foto 18:

donde certifica la apertura del “ Arca de S. Urbez” en Nocito en ese año, siguiendo similar procedimiento que el 1838. Analizando ambos y más documentación, podemos  entender muchas cosas, pero que ahora no tienen cabida en este artículo. Es parte del trabajo pendiente, al igual que otras cuestiones que sólo esbozamos.

Sabemos que esta cantidad de “ novedades”, son importantes. Pero nosotros mismos no dejamos de sorprendernos. Son pequeñas historias que surgen. La última esta unida a la Cruz de S.Urbez de la Iglesia de Casa Cudillo, la de forja. Y es casi el argumento, de una novela de misterio. Cómo muchas de las cosas que estamos contando.

Existía un relicario muy antiguo de S. Urbez. Una cruz de bronce trabajada, que en su interior cerrado, contenía  de restos  del Arca de San Urbez. De su interior y exterior. La que fue quemada.

Esa cruz se colgaba con un cordel de cuero del cuello del usuario, para pedir su intercesión o como protección. Por ejemplo para cuidar enfermos o para  proteger  los niños al ser amamantados. Era su finalidad antes de 1936, cuando desapareció. No se enseñaba fuera del ámbito familiar y era portada por el cabeza de familia, al ir a la Romería.

Esta reliquia, se encontraba en posesión de la familia, dentro de sus prerrogativas con San Urbez con la documentación que así lo acreditaba. Nos hablan de un pergamino muy antiguo. No lo hemos conocido. Pero al parecer la reliquia era única y un gran derecho de la familia.

Entre 1936/ 1938  “ desapareció” la casa  Villacampa Cudillo y su contenido, para ser quemada después ( Nota 2) al igual que la de S.Juan. Para entonces se habían vaciado de contenidos materiales y de la historia de la familia.  Cómo hemos dicho desapareció la cruz de forja también y quedó en el “ olvido” el relicario de S. Urbez. Se suponía que como todo, se había ido con los sucesos de la guerra. Destruidos o robados y lejos.

Años después la cruz de forja y el relicario “ quemaban” por su significado a quienes los tenía escondidos y en silencio. Por miedo, por cuestiones  de  suponer grave “ pecado” en la cultura religiosa de esos años…. No podemos olvidar que eran los restos de un santo.  Cómo solución, y por su condición de creyentes, fueron entregados en secreto de confesión, para que pudiesen ser  devueltos  a sus propietarios. Y de esa forma, desaparecer el problema también en silencio y sin “ culpa” exterior. Todo parecía que volvía a la normalidad.

Pero nunca volvieron a la familia. Al revés, han estado casi 80 años lejos. Y se contaba en secreto ( este de otro tipo)  entre quienes les transmitían los objetos, su origen y “ valor”. No podemos entrar en detalles, por las circunstancias y porque lo que importa es el feliz final.

Ha sido  muy complicado conocer estas historias y los detalles, pero no lo ha sido hablar con quienes los“ custodiaban” ahora, que están contentos que todo vuelva a la normalidad. Gracias a quienes lo habéis hecho posible y respetamos el silencio. Al estrechar las manos, pactamos como antaño.

Esta cruz / relicario ( fotos 8 y 9) 

para nosotros  tiene un gran valor sentimental, humano. Para los que suscribimos y nuestras familias, por eso compartimos estos hallazgos y una parte de las historias. Sólo una parte. Pero dejando claro que no queremos que se conviertan en curiosidades, en destino de visitas o  en atractivos “turísticos”, están muy bien como están, en nuestras manos y respetando su significado. Es la forma de respetar su historia y tradición.

Continuamos explicando, con las investigaciones que hemos realizado. El territorio denominado el Vico ( Bico) se va reduciendo de los límites explicados, sobre todo en el siglo XIX. En mayor medida por un sistema de dotes en las bodas de los hijos de la familia Villacampa ( Cudillo ) y en menor medida por la venta de lo que no podían utilizar ya. En este siglo cambian de manos un total de ocho molinos que eran de la familia en el viejo Sarrablo, pero también pardinas, lotes de tierra, edificios, derechos….. Poco a poco, se concentra la actividad familiar entre Laguarta y San Juan, con sus entornos.

Al consultar los “ Libros de Amillaramiento “ de 1863 del pueblo de Secorún, al que pertenecía Laguarta en el Partido Judicial de Boltaña, nos llevamos una sorpresa. El “ Vico” ha pasado a ser denominado “ Sierra de Laguarta”, que contempla un terreno al norte de la localidad, hasta el Valle del Ara,  que llega desde la ladera de Cancias, por Napinales, hasta el Estallo, lindando con las Tascas de Albella y San Juan. Si calculamos el cambio de fanegas a hectáreas, son unas 800 has.

Este resto del antiguo Señorio, se repartiría de la siguiente forma,  Casa Cudillo ( D. José) unas 300 has del total de 477 que tenían en Laguarta. Sociedad de Propietarios de la Sierra de Laguarta ( antigua Honor de Laguarta ) otras 300 has de un total de 623 has en Laguarta. Casa Chantre ( D.Pedro) unas 200 has de un total de 338 has.  Hay que recordar que hasta 1852 era una sola casa, que se dividió en Cudillo ( la principal) y Chantre ( la secundaria) y eso significa que unas 500, estaban en una sola finca o pardina, que tuvo el nombre de Sierra de S.Urbez , hasta su división.  Se utiliza  este nombre hasta 1852, que pasa a  denominarse Sierra de Laguarta, tal cómo consta en los documentos notariales.

Durante estos mismo siglo la familia Villacampa  ha dejado la mayor parte de sus  propiedades ( venta o dote) en Ceresola, en Cañardo/ Gillue y en Matidero. De nuevo en tres lugares, que tienen varias características en común. La primera de ellas es que en estas zonas decía la tradición que había estado S. Urbez, residiendo, meditando y rezando,  en su paso por estas tierras. .

La segunda es que existían pequeñas ermitas o lugares de culto vinculadas a S. Urbez. Y que conservaban su devoción. Junto a cada uno de estos lugares, había un manantial o fuente de agua. Es decir eran lugares, donde habitar.

La tercera es que al transmitir estas tierras. La familia Villacampa Cudillo, se había reservado huertos y campos en estos lugares, junto a las ermitas. Con la función de dejarlos en arriendo, y con el beneficio costear un curioso sistema de culto, que vamos a explicar.

En cada una de las localidades con el arriendo obtenido de estos bienes, se pagaban misas, que se distribuían durante todo el año, en la parroquia local. Cada cura cobraba de ese “fondo” para hacer una novena en honor de la familia Villacampa ( Cudillo), dos misas mayores en honor de Sta.Orosia y dos misas mayores en honor de San Urbez. Distribuidas a lo largo de todo el año. Es decir se mantenía el culto  con estos recursos y la tradición de estos santos.

En Ceresola, sólo tenemos noticias de ello en el siglo XIX y pronto se pierden. Pero en Cañardo/ Gillue y en Matidero, se mantuvo hasta bien entrado el siglo XX. Los hermanos Villacampa/ Rivarés todavía recuerdan hace unos 60 años ir a Cañardo, a pasar cuentas de lo que acabamos de explicar y recoger una parte en productos agrícolas ( especias decían) que era complemento del trato.

Han aparecido los recibos de este “sistema” en  Matidero ( fotos 14, 15 y 16),  corresponden a los años 1931, 1915 y 1952) , allí se realizaba a través del cura, que explican el concepto de las  misas  por estas tradiciones. Volvemos al número tres. Una novena, dos misas por S.Urbez y otras tantas por Sta Orosia. Un lote de 3, que suma 13.

Fotos 14, 15 y 16:

La propiedad de estos terrenos en Cañardo/ Gillue y Matidero, estaba vinculada a la familia Villacampa (Cudillo), al menos hasta los años 80 del siglo XX . El uso de lo que producían ( arriendo) era para pagar la novena de misas en honor de la familia o  dos  misas para cada Santo (Santa Orosia y San Urbez). Todos los años, de forma tradicional y continuada. Tradición que data del siglo XIX.

Se mantenía  viva la unión de la familia y San Urbez, en los lugares que indicaba la tradición que estuvo viviendo el santo. Que era respectivamente la ermita de San Urbez de Ceresola, la ermita de San Bartolomé de Laguarta ( antiguo despoblado medieval) y la ermita de S. Urban entre Gillue y Cañardo ( antiguo despoblado medieval y luego Pardina). Otra vez nuestro número tres. Pero también vinculadas a Sta. Orosia,  no olvidada en ningún momento.

Las tres ermitas tuvieron además  la característica, que dependieron hasta el siglo XIX del Cura de la familia Villacampa en Laguarta.  El templo de referencia era  la pequeña Iglesia ( capilla) situada en Casa Cudillo, dedicada a Sta. Orosia y S. Urbez.

La primera ermita  de San Urbez citada, formó parte de la Pardina de Saliellas y tenía la romería después de la segunda luna de Diciembre. Acudían desde Laguarta a ella, por el camino del santo.

Le segunda  de San Bartolomé ( ahora Matidero),  estaba a una hora de Laguarta  y se celebraba la romería a finales de Agosto. Acudían a ella desde Laguarta, Matidero y Secorun.

La tercera de San Urban se celebraba la romería  para la Cruz de Mayo  y acudían los de Gillué, Fablo, Cañardo y Laguarta. Se llevaba la “ Siñal Mayor” desde Laguarta, con el palo ( vara ) de San Urbez y los relicarios ( nota 1). Se bendecían las tierras y las aguas, sumergiendo la vara del Santo en el manantial. Era la ceremonia especial para obtener buenas cosechas y frutos.

Este último terreno fue Pardina, que en el  proceso de la “ desamortización” de sus tierras, estas   fueron compradas por habitantes de Cañardo y de Gillué.  Pero no fue vendida nunca la ermita, manantial y huerta.,permanecían propiedad de la familia Villacampa, para lo explicado.

Las tres romerías eran encuentro social y festivo. Además de referencias del Valle. Eran los momentos de acuerdos, tratos, reencuentros…. Y presentes  siempre Santa Orosia y San Urbez.

Al poco de ser vendida la Pardina de Saliellas ( Ceresola) en  el siglo XIX  y resto de las tierras del lugar, se empieza a perder la fuerte vinculación con Laguarta, y desaparecen las noticias.. Los otros dos lugares  citados( ermitas , fuentes y huertas) no se venden nunca, continúan a nombre de la familia en los Libros de Amillaramiento ( Foto 25) y al parecer después.

Foto 25:

Pero en 1958 todo cambia. Con la base del  denominado “vuelo americano” se realiza el primer Catastro ( denominado de Implantación) En él San Urbán y San Bartolomé se “ diluyen”, con ellos las huertas y fincas que mantenían estas obligaciones de culto.

En el caso de San Bartolomé la desaparición total, es algo más  reciente, la última finca del sistema explicado,se incorpora al Catastro, a nombre del Obispado de Jaca en 1982. Es la finca denominada del “ Alcanadre”  ( Foto 26). Originalmente era una parte de la finca  del mismo nombre, que fue dividida por la carretera en 1933. La ubicada al sur, al otro lado de la carretera fue utilizada para pagar el culto citado y así fue de forma continuada. Hasta que en ese año 1982  “ abandona” a la familia Villacampa, sin su conocimiento, para ser incorporada al catastro con otra titularidad. La parte del otro lado de la actual carretera, sigue siendo propiedad de la familia Villacampa y quedó como finca matriz original.

Foto 26:

En 1991, fue vendida la segregada ( “subastada”) en Laguarta, sin mucha publicidad ( Foto 27). Así terminaba un proceso que venía de muy atrás y que fue en 1958 con el nuevo catastro,  cuando ocurrieron los  “ cambios” más profundos. Este documento administrativo y fiscal ( Catastro de Implantación) en el caso de la localidad de Laguarta, fue expuesto al público en el Tablón de Anuncios de Gillue, donde no estaba ni el Ayuntamiento, ni la Secretaría. Resultado, no hubo ni quejas, ni reclamaciones, ni recursos. Y sirvió de base para todas las escrituras hasta la actualidad.

Foto 27:

En ese mismo año la Sociedad de Propietarios de Laguarta ( antigua Honor de Laguarta), fue “ refundada “ en escritura pública en Boltaña. Esta escritura fue  anunciada como gran logro, suponiendo su supuesta salvación del mal llamado “ monte común”.  Pero la realidad es que  la Sociedad  de Propietarios  de la Sierra de Laguarta ( antigua Honor de Laguarta) pasó de tener más de 632 has en los Libros de Amillaramiento citados, a 363 has en ese momento. A partir de entonces sólo consta como Sociedad de Propietarios. Se puede realizar la comparación entre los Libros de Amillaramiento de 1863, 1879 y 1945, con el Catastro de Implantación de 1958 y las conclusiones son sorprendentes. Cómo otras muchas cosas que pasaron en aquellos años. Era una  realidad que existía desde la edad media, y que con estos hechos fue drásticamente cambiada.

No fue el único caso en este sentido, pero eran años muy oscuros y cuyas  consecuencias no hemos conocido hasta mucho después. Son temas que sobrepasan, las intenciones de este artículo y por ello se quedan en el tintero.

Hemos consultado la información y documentos citados en los anexos, pero también hemos leído las obras que recogemos en las fotografías 12 y 13 ( Biblioteca privada de S.Urbez en Laguarta) . 

Fotos 12 y 13:

Es muy curioso, pero a veces leyendo  estas obras salen pistas, que nos hemos encargado de seguir. Algunas no conducen a nada o no existe la información. En otros casos hemos llegado a  información inédita.  Esperamos seguir, merece la pena.

El próximo día 25 de Junio, en Yebra de Basa llevará la cruz del siglo XVIII ( foto 28), que estamos dando a conocer, Miguel Marín Ruiz. Tiene 13 años y su nacimiento fue recogido en las noticias de TV y muchos medios de comunicación. Los titulares decían “ Nace el primer bebé en 40 años en Laguarta” ( Antena 3 TV  22.10.2010). Desde entonces ha vivido en el pueblo, ha asistido a  las Romerías de Sta. Orosia y S. Urbez desde el primer año  y siente sus tradiciones.

Foto 28:

Las fotos 29 y 30, tienen también un significado especial. La primera está hecha donde estuvo la Iglesia de San Urbez y Sta. Orosia en Laguarta. La segunda es el altar, el único resto recuperado entre las ruinas de esa Iglesia. En ambas, nuestra “ nueva” cruz.

Foto 29 y 30:

El día 30 de Junio en San Urbez de Nocito, Marta Villacampa García, de la familia Villacampa Cudillo,  se juntará con Miguel y la cruz. También  con su familia, con los de Laguarta, con amigos y con el resto que acudiremos . Toda la tradición de más de mil años de la familia Villacampa con el Sarrablo, S. Urbez y Sta. Orosia se junta con esta otra familia que lleva 16 años en el Valle del Guarga y Laguarta. Confluye el valor de la tradición histórica, con la de quienes hemos llegado más tarde. Todos lo sentimos por igual, pero lo hemos personalizado en Marta y Miguel, como esperanzas del “ relevo”. Hay más relevos , pero hoy les toca a ellos.

Después de la procesión, la misa y compartir un rato con el resto de los asistentes, nos iremos todos al Cuarto de Laguarta. Allí encima de las mesas la comida, bebida y ganas de disfrutar juntos.

Tenemos mucho por lo que trabajar y vienen los relevos con fuerza.

Laguarta. Sarrablo ( Valle del Guarga). Junio del año 2024

 

José María Villacampa Rivarés.
 Pedro M. Marín Casanova

 

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NOTAS:

1.   Revista O Zoque. Yebra de Basa Octubre 2020. Número 20.

2.  Revista Serrablo . Sabiñanigo. Número 179. 2017, Casa Cudillo o D. José. Laguarta.

3.  Revista Serrablo . Sabiñanigo. Número 181. 2018, La Honor de Laguarta.

4.  Revista Hidalguía. Casas e Infanzones del Sobrarbe 2014 J. Cardiel. Varias obras.

5.  Anales de la Corona de Aragón.  F. 46/47 .504. 1323

6. Los Villacampa de Laguarta, Rev. Hidalguía- 2014 J. Cardiel

 

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RELACIÓN DE FOTOGRAFÍAS

1. Cartera de cuero con iniciales José Villacampa.
2. Llave de S. Urbez de la familia Villacampa.
3. Porta relicario y costurero.
4. Cartel de la mortaja.
5. Resto del lienzo de la mortaja.
6. Reliquia de S.Urbez. J.M Villacampa Rivarés.
7. Canuteros
8. Cruz/ relicario de S.Urbez.
9. Cruz / relicario abierta.
10. Cruz de forja de S. Urbez.
11. Funda de tela, porta utensilios de costura.
12. Biblioteca de S. Urbez I
13. Biblioteca de S. Urbez II.
14. Recibo de misas de Matidero 1931
15. Recibo de misas de Matidero 1915
16.  Recibo de misas de Matidero  1952
17. Protocolo Notarial 1838
18. Protocolo Notarial 1855
19. Sobre de envío por correo del 18.
20. Iniciales de marca J.V
21. Cruz completa siglo XVIII
22. Detalle de “ L· y firma.
23. Cruz
24. Nueva cinta.
25. Amillaramiento 1863.
26. Incorporación al Catastro 1982.
27. Venta del campo Alcanadres 1991.
28. Cruz Completa, con cinta.
29. Cruz en la ubicación de la antigua Iglesia de San Urbez y Sta. Orosia.
30. Cruz sobre el altar de dicha Iglesia.